¡Venimos encantados del Certamen de Jarandilla (Cáceres)! Como siempre, fue un día cargadito de anécdotas. Algunos no nos separamos del Clamoxil, del Paracetamol, del Ibuprofeno y del Acuarius. Las cosas vienen como vienen, pero el teatro no da tregua: el escenario está ahí y hay que subirse a él.
El público fue excelente y sus claveles, al final, fueron una experiencia nueva para muchos de nosotros.
Gracias, Jarandilla, por vuestra acogida y por amar tanto el teatro amateur.

“Las imágenes más bellas son absurdas en un espejo cóncavo.”
Ramón María del Valle-Inclán.